Mi hijo no quiere estudiar: ¿qué puedo hacer?

En el siguiente artículo vamos a hablar sobre un tema que muchos padres conocen: Mi hijo no quiere estudiar, ¿qué puedo hacer?

Antes de poder contestar a la pregunta qué puedo hacer cuando mi hijo no quiere estudiar, tenemos que hablar brevemente sobre qué es la motivación y las razones que pueden llevar a un niño/a o adolescente a no querer estudiar.

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En la motivación influyen diferentes factores que debemos tener en cuenta a la hora de abordar este tema. A continuación, nombramos los más importantes (1, 2):

Si no me interesa el tema que tengo que estudiar, no estaré motivado/a. El interés es fundamental para la motivación. Normalmente ayuda saber el por qué tengo que estudiar algo y en qué me ayudará en mi vida.

Mi motivación también dependerá de qué voy a conseguir cuando acabe la tarea o cuando haya estudiado el temario. ¿Tendré algún premio (una buena nota, alguien que me elogia…)? ¿Acabar la tarea o el temario me hará sentir bien? Cuánta mayor satisfacción tenga al realizar una tarea y alcanzar mi objetivo, mayor será mi motivación.

Por otro lado, ¿hay algún efecto negativo para mí si no hago la tarea o no estudio? Esto obviamente influirá en mi motivación. Un ejemplo claro de esto es cuando los niños hacen sus deberes en el último momento. Muchas veces lo hacen porque empiezan a ser conscientes de que, por ejemplo, el profesor les puede castigar si no entregan sus deberes.

También influirá en mi motivación si considero que la tarea que tengo que hacer es muy difícil. Si tengo que hacer una tarea demasiado difícil y no me siento capaz de afrontarla, probablemente no esté motivado/a. Asimismo afectará el hecho de si estoy acostumbrado/a a hacer este tipo de tareas y por lo tanto ya tengo una rutina y sé cómo hacerlo, lo cual me lo facilita.

Ahora ya sabemos qué factores pueden influir en la motivación de tu hijo/a para estudiar. Si le queremos motivar y queremos que estudie, también tenemos que entender por qué no quiere estudiar e intentar intervenir sobre lo que haga que su motivación sea más baja. A lo largo de este articulo lo explicaremos con más detalle.

Razones por las que los niños no quieren estudiar (3)

El problema de que los hijos no quieren estudiar se ha investigado bastante y han buscado explicaciones del por qué pasa. Cuando un niño/a no quiere estudiar en los casos más extremos puede acabar en fracaso escolar. Hay diferentes explicaciones del por qué sucede, pero la mayoría están de acuerdo en que no existe un único factor, sino que son diferentes causas que hacen que al final tu hijo no quiera estudiar.

Dificultades relacionadas con el no querer estudiar (3)

Lo que sí se ha visto es que la baja motivación para estudiar puede aparecer cuando hay trastornos emocionales. Los trastornos emocionales se refieren a problemas de ansiedad o de estado de ánimo que obviamente influyen en la concentración y motivación del niño. Esto significa que el niño no se siente bien para poder estudiar.

Aquí también debemos tener en cuenta si recientemente han sucedido acontecimientos traumáticos (ha pasado algo muy duro) en la familia. Acontecimientos impactantes también pueden influir en la motivación de tu hijo/a a estudiar. Si, por ejemplo, se ha muerto alguien cercano, si hay una separación o un cambio de colegio, es normal que la motivación de tu hijo/a cambie, porque no se siente bien y seguramente tendrá muchas emociones desagradables con las que lidiar. En este caso es importante observar si es transitorio y si cuando lleve mejor la situación, vuelve a querer estudiar o si los problemas de no querer estudiar persisten.

Existen diferentes trastornos de aprendizaje que acaban influyendo en la motivación de tu hijo/a a la hora de querer estudiar. El más frecuente es la dislexia, lo que significa que el niño/a tiene problemas con la lectura.

El TDAH o déficit de atención y/o hiperactividad es otra de las razones frecuentes por las que el niño/a no quiere (o le cuesta mucho) estudiar, sobre todo si no está diagnosticado. A niños/as con estos problemas les cuesta más estar atentos en clase, los profesores les llaman la atención y a veces injustamente se piensa que son vagos y que no quieren estudiar. No obstante, los niños con TDAH no lo hacen a propósito y les cuesta estudiar.

Finalmente, es necesario aclarar que todos estos problemas no tienen nada que ver con la capacidad intelectual del niño/a.

Entonces, si mi hijo no quiere estudiar, ¿qué puedo hacer?

Como hemos visto más arriba, es importante saber por qué no quiere estudiar tu hijo/a. Habla con él o ella. Intenta no juzgarle y simplemente interésate por sus razones. Hazle saber que le quieres ayudar y que haréis lo posible para que él o ella esté bien.

Descarta que haya algún problema específico, como podría ser ansiedad, depresión, problemas de aprendizaje, acoso escolar, etc. Si no lo tienes claro, busca ayuda y pide una valoración a un profesional especializado.

Si sabemos por qué tu hijo o tu hija no quiere estudiar, es mucho más fácil ofrecer una solución adecuada a su situación.

Cómo motivar a un niño que no quiere estudiar

Partiendo de la base de que es muy importante conocer el por qué tu hijo/a no quiere estudiar, te daremos unas ideas generales que pueden ayudar en esta situación.

Cómo ayudar a mi hijo a estudiar (4,5)

  1. Facilita el aprendizaje y prepara el espacio: Ayuda a tu hijo/a preparar el espacio donde vaya a estudiar. Quita posibles distracciones, asegúrate que no haya ruidos y que tenga una iluminación adecuada. También es importante que no se ponga a estudiar con hambre y que duerma lo suficiente para no sentirse cansado/a.
  2. Hazle saber que, si te necesita, siempre te puede preguntar y que le ayudarás a hacer los deberes, si hace falta.
  3. Crea un plan de estudio: Si tu hijo/a sabe en qué momento tiene que hacer los deberes, cuánto tiempo pasará de promedio haciendo los deberes y cuáles son las tareas que tiene que priorizar, le será más fácil estudiar. Haz este plan conjuntamente con tu hijo/a. Es importante que se sienta parte de ello.
  4. Utiliza el refuerzo: Cuando tu hijo/a se esfuerza y estudia, elógiale, dile que lo está haciendo muy bien y anímale a seguir así. Los elogios pueden ser tanto palabras como abrazos, caricias, etc. Otra forma de reforzar a tu hijo/a es consensuar de antemano que recibirá un pequeño “premio” al acabar los deberes. Este premio podría ser, por ejemplo, que pueda ver la tele una vez que haya acabado los deberes. Es importante que el premio le motive y le guste, ya que sino no le ayudará a terminar los deberes. También está la opción de aplicar un sistema de refuerzo más complejo, como lo es la economía de fichas. Este sistema es altamente eficaz, pero cuidado, porque muchas veces suele fallar porque no se aplica correctamente.
  5. El esfuerzo es más importante que la nota que saque tu hijo o tu hija: Enséñale a tu hijo/a que es más importante esforzarse al máximo posible que la nota que saca en el examen. Así le motivarás para seguir esforzándose y no rendirse ante, por ejemplo, una mala nota.
  6. Enséñale estrategias de aprendizaje: Pregunta a tu hijo/a si en el colegio le han enseñado cómo estudiar. Muchas veces los niños/as se agobian porque ven que tienen muchos deberes y tienen que estudiar temarios largos, pero no saben cómo hacerlo. Si tienes la sensación de que esto le pasa a tu hijo/a, también puedes hablar con el profesor para ver si te puede echar una mano.
  7. Proponeros metas pequeñas: Es mejor ir poco a poco que querer hacer demasiadas cosas a la vez.
  8. Haced pausas: Las pausas son importantes y forman parte de un hábito de estudio sano. Si tu hijo/a intenta estudiar durante demasiado tiempo, se cansará y le será difícil concentrarse. Ayúdale a descubrir cuánto tiempo puede estar estudiando y concentrado y cuándo necesita una pausa. Estás pausas no tienen por qué ser largas, 5 o 10 minutos ya pueden ser suficientes para descansar y recuperar las pilas.
  9. No dudes en buscar ayuda fuera de casa, si es necesario: Tienes la sensación que tu hijo/a y tú cada vez que tiene que estudiar, os peleáis y esto no le beneficia ni a él/ella, ni a ti. Quizás un profesor de repaso os podría ayudar a bajar un poco esta tensión. Si tienes la sensación de que hay algo más y tu hijo/a tienen un problema emocional, déficit de atención o de aprendizaje, no dudes en contactar con un especialista en psicología infanto-juvenil.
  10. Cuídate a ti mismo/a: No te olvides de ti. Tener en casa un hijo/a que no quiere estudiar y luchar contra esto, puede ser muy agotador. Intenta tomarte momentos para ti, dónde tú puedas recargar pilas. Si ves que la situación te supera, búscate ayuda para ti. Así enseñarás a tu hijo/a que no pasa nada por tener dificultades y que lo más importante es saber buscar ayuda.
  11. Maneja el agobio y estrés de tu hijo/a: Si tu hijo/a está estresado/a, le costará estudiar porque no se podrá concentrar bien. Ayúdale a bajar ese estrés. Anímale a que también haga actividades divertidas y reforzantes. Quizás incluso encontréis actividades que podéis hacer juntos y que os diviertan a los dos. Así a la vez de bajar el nivel de estrés, fortalecéis el vínculo entre vosotros.

FUENTE: psicologosanimae.com

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